viernes, 29 de junio de 2012

La pieza del mes. Julio de 2012


Rafael Romero, El Gallina (1981)
José E. Lamarca (San Isidro, Buenos Aires, 1939)
Fotografía en blanco y negro
 
 
La fugacidad puede capturarse. Es posible hacerla palpitar entre los blancos y negros de una fotografía. Contra el propio corazón. La emoción puede retratarse; la ha atrapado para siempre la sensible lente de Lamarca.
El argentino José E. Lamarca nace en  San Isidro, Buenos Aires en 1939 y en los años sesenta se inicia como fotógrafo realizando trabajos de documentación periodística. En esa época entabla relación profesional con los fotógrafos Rolando Paiva y Humberto Rivas y retrata a numerosos escritores y artistas de su país. Ejerció de fotógrafo sindical para denunciar las condiciones de vida de diversos colectivos de trabajadores de Argentina y Chile, y esto le costó el exilio. En 1972 huyó de Argentina acompañando al ballet de Antonio Gades y se instaló en España.
Tras largos años de intensa relación personal con los flamencos, Lamarca ha realizado una importante memoria gráfica de la historia del cante, el toque y el baile de las últimas décadas. Ha rehuido, por lo general, fotografiar a los artistas en el escenario, entre la maraña entorpecedora de micrófonos, y ha buscado el retratarlos en su propio medio, en escenas cotidianas o en el estudio, para acentuar con su visión la personalidad de cada uno de sus modelos.
Los retrata con la sobriedad inquietante del blanco y negro. Lo hace de forma árida, directa, dura y entrañable a un tiempo, mágica y real, sin concesiones, como es el arte del flamenco. La mirada que Lamarca proyecta sobre sus retratados es sosegada y la sencillez con que ilumina las escenas posibilita que el espectador contemple sin obstáculos ni indicaciones añadidas a unos personajes que tienen un universo propio.
Poco importa que la imagen haya sido captada hace cuarenta años o antes de ayer, la firma del artista es inconfundible, porque se trata de un autor que posee el talento de estar a la vez presente y ausente, de permitir al sujeto manifestarse entre unas refinadas fronteras tácitamente prefijadas; es el retratista discreto, aislado del mundanal ruido y del artificio, que reconoce al otro y da testimonio de su existencia.
La fotografía que exponemos nos muestra a Rafael Romero, “El Gallina”, cantaor nacido en Andújar (Jaén), en 1910. Con un cante fuerte, hondo y al mismo tiempo lleno de sutileza sacada del corazón, ha sido premiado en numerosas ocasiones, sobre todo con el Premio Nacional de Cante en 1973 y 1974.
Esta fotografía formó parte de la exposición “Elke Stolzenberg y José Lamarca” celebrada en el Museo de Cáceres en 1999, que daba a conocer las obras de estos dos fotógrafos que viven por y para el flamenco, y al año siguiente ingresa en el Museo, como depósito de la Junta de Extremadura, junto a otra del mismo artista, “Paco de Lucía y Camarón”.
 
 

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